Almas..

jueves, 24 de octubre de 2013

Un no muy buen momento...

“Párate dignamente sobre la Tierra. De perfil. Tu mano sostiene la lanza. Su punta se dirige hacia el Cielo”.

Aveces no queda más remedio que enfrentar lo que ya se sabía inevitable. Después de tratar y tratar de encontrar soluciones “diplomáticas”, de intentar hacer entender a quién no quiere entender, se confirma (es este caso) más que nunca aquel lamentable dicho “Es imposible enseñarles a los perros a comer con cubiertos”. Solo queda demostrar que se está dispuesto a defender lo que es de uno a toda costa. Y comienzas: “unifícate, alinéate y céntrate”. Marca tú territorio, mostrándote como absoluto amo y señor de él. Se tiene que despertar al valor, llamar al coraje y comenzar alimentar a la furia; siempre bajo control y agazapada en espera. Tienes que demostrar que en tu mirar se ve claramente que no hay dudas, solo una absoluta determinación. Entonces, cuando lo tengas de frente (Recurre a tu memoria emotiva) ¡Gruñe, y vuelve a gruñir! Ruge como el león lo hace en las estepas. ¡Hazlo! ¡Hazlo, hasta hacerle erizar su piel! ¡Intimídalo! ¡No te detengas! ¡Intimídalo! hasta por fin lograr que comience a retroceder paso a paso…
Finalmente habrás triunfado, sintiéndote conforme, porque que evitaste un mal mayor. Respira tu recuperada paz, dirige tu mirar a lo alto, y da las gracias a ÉL por su ayuda…

jueves, 3 de octubre de 2013

Celos..

Podría tener celos del viento que te susurra al oído y juega con tu cabello.

Podría tener celos del sol, que besa tibiamente tu piel cada mañana de cada día.

Podría tener celos de tus labios hermosos, al pronunciar otros nombres y no solo el mío.

Podría tener celos del mar, que te hace saltar, gritar y reír con el salpicar del agua.

Podría tener celos de aquel atardecer, que capta toda tu atención y proyecta tu mirar hacía el infinito.

Podría tener celos de tus silencios, de donde emergen mil pensamientos desconocidos para mí.

Podría tener celos de mil cosas hermosas que se anidan en tu almapero no, tuve celos por primera y última vez (lo prometo), de aquella sombra…


Disculpa mi Bonita.